Ayer ya pasó. Fue uno de esos días en que todo se complica.
Nada de importancia. Al punto que hasta produce gracia que ocurran tantas
cosas.
Pero respetuosamente uno debe comprender que las pequeñas
cosas no pueden compararse a los problemas reales, a aquellos que realmente
alteran nuestra vida y no tienen vuelta atrás.
Las pequeñas cosas, es cierto, nos ocurren a nosotros y por
eso son importantes, pero hay que saber ponerlas en su lugar, darles la
trascendencia que realmente tienen y comprender que son las situaciones lógicas
del diario vivir. De última, como decía alguien alguna vez, son indicios de que
uno está vivo. Ya llegará el momento en que no te ocurra nada.
Hoy arrancamos nuevamente. Veremos que será lo que nos
depararán las horas venideras. Tratemos de vivirlas intensamente porque, con
seguridad, serán irrepetibles.
Nuestra cámara lista, el celular con la batería a pleno y el
espíritu dispuesto a descubrir, a asombrarnos, a aprender y a disfrutar, si, eso mismo, a disfrutar de una nueva jornada.
Hasta cuando, hasta donde… hace tiempo que dejaron de
preocuparme esas cosas… Lo que deba ser será. Mientras tanto voy cargando mi
mochila de buenas cosas, las únicas que nadie puede robarme, ni siquiera el
tiempo.
Las otras… Uf… las voy dejando por el camino y ni siquiera
miro hacia atrás para ver que pasa con ellas, hay tanto horizonte, hay tanto
camino por recorrer, hay tanto cielo por descubrir que no puedo perder el tiempo
con aquello que ya no tiene importancia.
¿Qué no me ocurren cosas? Puf… sí que me ocurren… y me han
ocurrido… y me seguirán ocurriendo. Que no las cuento o no muestro hasta donde
me afectan es porque creo que no es respetuoso, no es lógico, dedicarse a
quejarse cuando, casi con seguridad, del otro lado, hay alguien que la pasa
peor que nosotros. Cuando los necesite, sé que habrá muchísimos amigos que van
a estar atentos para alentarme y hacerme reír y con eso es suficiente… de sobra suficiente…
Y uno, después de eso, no puede estar más que agradecido y
ser feliz porque uno tiene la obligación de ser feliz, hay demasiada gente
preocupada para que ello sea así.
Siempre me digo lo mismo: Uno puede elegir entre vivir bien o
vivir mal… y creo, frente a eso, que la elección no debería tener ninguna duda…
Es simplemente una reflexión en voz alta.
Un nuevo día en Paradaise...El tiempo corre rápida y furtivamente (afortunadamente).
ResponderBorrarGracias Mirta.. Corramos a vivir un día más en el Paradise... Ja, ja, ja
BorrarEse espíritu es..ese, ese mismo..!! El tiempo pasa, las cosas pasan, nosotros quedamos..No podemos quedarnos pegados a un suceso en concreto y dejar que nos posea, ni siquiera a una circunstancia, a una realidad..Es muy fácil mirarse el ombligo pero absolutamente inútil..Vivir es mirar al frente, abandonar lo malo y amontonar lo bueno en una mochila sin perder de vista el fascinanteh orizonte..Esta es una lección de vida..Gracias
ResponderBorrarGracias amiga. hay una frase que me gusta mucho y siempre la llevo guardada en un bolsillito: "La vida es fácil, es el hombre quien la complica". Besos
Borrar