EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

sábado, 14 de diciembre de 2013

UNA HISTORIA REAL






UNA HISTORIA REAL

“Perdón, doctor, en esa sala hay tres alumnos a los que todavía no le tomaron examen”
“¡No puede ser el examen ya terminó!”
“Por favor doctor…”
“Hum… voy a ver…”
El hombre llegó a la sala donde estábamos los tres cada vez más nerviosos esperando que alguien nos interrogara.
Por suerte, cuando Mirta abordó al primer profesor que vio, la acertó con un buen tipo.
Nos tomó preguntando la patología que tenía el paciente que nos había tocado y finalmente nos aprobó a todos.
Cuando salimos de la sala de traumatología, última materia de nuestra carrera, revoleé por el aire el portafolios que me había acompañado durante más de siete años. 
Era el 15 de Diciembre de 1973.
A partir de ese momento pasábamos a ser, de un estudiante avanzado, un medicucho recién recibido.

Ha pasado mucha agua bajo el puente. Muchas cosas buenas y malas. Pero el barco siguió navegando y hoy se desliza por las aguas tranquilas que nos da la experiencia.