EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

martes, 4 de noviembre de 2014

EN VUELO

Cerró los ojos y se dejó llevar. Pudo sentir cuando su cuerpo se esparció por el espacio en miles de moléculas que giraban o se movían ondulantes como si flotaran en un mar infinito e inasible. Cada una de sus partículas se iban perdiendo en un azul profundo y oscuro mientras miles de diminutas esquirlas de luz atravesaban el espacio.
Se dio cuenta que estaba pero no existía. Que podía flotar ingrávidamente, elevarse hasta los rincones más insospechados y volver con un sabor a frutas silvestres, a flores extrañas que exhalaban un sutil perfume que no podía percibir, pero podía sentirlo. Sabía que ahí estaba.
Intangible, absoluto, inconmensurable su yo físico se expandía mágicamente, prodigiosamente, en estado de inconciencia/consciente incomprensible pero real.
Sabía que no estaba pasando pero sin embargo ocurría, sin el menor lugar a dudas que ocurría.
Sentía que no era, pero sin embargo el roce de unos pechos sobre su pecho se hacía presente en un estado de inexistencia desmentido por las sensaciones que lo atacaban.
Una respiración fuerte, casi un jadeo, lo envolvía misteriosamente, increíblemente. Era imposible. Cada átomo de su desmantelado cuerpo flotaba errante por el espacio, por la nada. Ilógico que algo lo envolviera, sin embargo un aliento cálido, un resoplido metódico, rítmico, lo iba acompañando acompasadamente.
Supo, mejor intuyó, que era, pero no quiso créelo, ni siquiera pensarlo.
No pudo entender que sucedía porque esas partículas que revoloteaban, mariposas arrasadas por el viento, de pronto tomaron un color fosforescente, se juntaron formando nubes fosforescentes, la totalidad del espacio se volvió fosforescente y estalló como un volcán, lava ardiente, magma ígneo que brotaba de adentro se su ser, un ser inexistente, un yo que hacía tiempo que se había desintegrado.
El ave de las plumas carbonizadas, enjaezadas con rubicundos fulgores de extraños fuegos surgidos de la nada, extendió su vuelo y un horizonte impoluto se fue adivinando en el destino incierto del mañana.
Solo la paz, solo el gemido lánguido y placentero, solo la… solo.
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-          Doc… el paciente acaba de lleg.. uh… pobre, se quedó dormido… Y mire que cara que tiene… ju… debe estar soñando con los angelitos… que pena ¡Doc, doc, doooooooc! ¡A trabajar… llegó el turno de las diez… -
El hombre abrió los ojos pero no miró hacia ningún lado. Venía de muy lejos y estaba cansado, feliz pero cansado. Le costó acomodarse al mundo real. Fue y vino mentalmente un sinfín de veces hasta entender que tan solo había estado soñando…
¿Había estado soñando?
Se enderezó, se acomodó la chaqueta, bebió un sorbo del agua que le había traído su secretaria y fue en ese momento que sintió que algo cálido corría presuroso por su entrepierna.
Iba a ir hacia el baño cuando la Sra. Arcuetta, apareció con una sonrisa de oreja a oreja, la mano extendida, imperativamente.
No se movió. Dejó que ella llegara y le apretó con fuerza la mano, con una mueca de su boca, absolutamente profesional. Alguna vez le habían dicho que no sonreía sino que mostraba los dientes.
Luego, discretamente se dejó caer en su butaca.
Acomodó la ficha de la señora, hizo como que la leía y largó por millonésima vez:
-          Hace tiempo que no la veía por aquí. Cuénteme. ¿Qué le anda pasando a esta niña? –

Y ahora sí, ensayó su mejor sonrisa… 

Nota: Las imágenes han sido extraidas totalmente de Internet.

1 comentario:

  1. Me encanta este viaje Alberto y me resulta conocido, casi como volver a un lugar secreto y lejano donde eres bien recibida
    No sabía explicártelo,p ero cuando te leí, es así como me sentí. Con una sonrisa melancólica y nostálgica en mis labios y una hermosa sensación de paz, así que esta niña anda pasándolo bien con tu lectura
    Un abrazo

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