EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

viernes, 29 de enero de 2016

PARTE I El Atlas de Recoleta

PARTE I: El Atlas de Recoleta.
Día de calor en Buenos Aires. El termómetro marca 36° y la televisión informa que la sensación térmica es de 40°. Ese día habíamos decidido ir a ver el Atlas de Recoleta. Martu Novo, nuestra amiga de Facebook nos había contado de su existencia y queríamos verlo.
Cuando dejamos el auto, y su aire acondicionado, recibimos una bofetada caliente que hizo que los planes previos cambiaran sustancialmente, aunque, bien pensado, fue mucho  mejor.



Frente al Cementerio de la Recoleta, en el otro extremo de la plaza, allí donde la calle Callao choca con el verde de los canteros. Desde donde la figura del “Aguilucho” Oscar Alfredo Gálvez nos mira sin importarle la temperatura reinante, está, posiblemente, uno de los gomeros más antiguos de la ciudad. Ha visto la historia de la pequeña colonia, su epidemia de fiebre amarilla, la retirada de la gente hacia el norte, la creación de un cementerio que hoy es un fenómeno turístico, y mientras tanto creció, creció y creció. Hoy anciano ya casi no puede sostener sus largas y pesadas ramas y entonces se le han colocados sostenes, rústicos bastones, que lo ayudan a seguir transitando y contemplando la historia que vamos escribiendo diariamente. Pero astutamente a alguien se le ocurrió que uno de sus pilares fuera Atlas, ese coloso que sostenía al mundo. Por qué no ayudar, entonces, a este viejo gomero. Y allí está. De metal, reciclado, imponente, concentrado en su trabajo de mantener en pié a un documento vivo que sigue dando frutos y sigue creciendo.








Hasta allí llegamos, sacamos las fotos correspondientes, pero la caminata que pensábamos hacer por avenida Las Heras quedó para otro día. Decidimos cambiar nuestro destino y dirigirnos al Cantro Cultural Recoleta (CCR) y esto nos resultó tan alucinante y representativo de la sociedad actual que merece un párrafo aparte. De allí que esta sea la parte uno de un mismo día. 




5 comentarios:

  1. ¡Vaya! ¡Imponente árbol! Y el Atlas le quedó muy bien, bella escultura.

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    1. Se cree que es el primer gomero que plantaron los padres recoletos, que dieron nombre a la zona y a partir del que se originaron el resto de los gomeros que están distribuidos en todo ese barrio. Gracia Salvador por tu comentario.

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  2. Respuestas
    1. Hola Ali. es cierto es interesantísimo. La parte II es la visita al CCR. Creo que vale la pena, aunque es medio largo, pero son muchas imágenes. Gracias por comentar en el blog. Hacemos turismo juntos.

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  3. Bonito paseo y sobre todo, muy ocurrente poner un Atlas sujetando el árbol- Saludos y a seguir paseando

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