EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

viernes, 17 de junio de 2016

FE de Salvador el Bohemio

Fe
Doy fe, soy propio testigo de la admiración y devoción que provoca tu cuerpo en mi ser.
Soy creyente de tus labios rojos, frescos, deliciosos, que me atraen a saborear el paraíso, a conocer la palabra, el testimonio que tiene que esparcir tu lengua en mi boca.
Soy acólito en la iglesia de tu cuerpo y no tengo más creencia que tu piel, más refugio que tus brazos, más consuelo que tus piernas.
Estoy clavado a la cruz de tu mirada, rezando en el atrio de tu vientre, confesando mis pecados en tus senos, suplicando misericordia a tus caderas, rendido al dios del sexo, proclamando el amor en tu lecho.
Creyendo tanto en ti, experimentando tanta gloria, tanta fe en tus caricias, no necesito más dios que tu amor, no necesito comulgar en otro altar.
Sólo tengo fe en tu religión de besos y caricias, de amor y sexo. Bautizo de fuego en tu miel, consagración en tu cuerpo.
Tú eres mi diosa mi religión.
Salvador el Bohemio
14/06/16 (R)
Mientras viajo en metro hacia tu cuerpo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario