Dos maderos
cruzados.
Con olor a los pinos
que nacen
en el llano.
Vino el hacha severa
y fueron
derribados
Y luego el carpintero
hizo hábil
trabajo
Uno pensó en ser cuna.
Para un niño
el descanso.
El otro en una barca,
Sol y luna
y remanso.
Pero fueron maderos,
dos maderos
cruzados.
El aroma del pino
se fue
entremezclando
con la sangre caliente
cuando entraban
los clavos.
Solo ha sido la muerte
De un día
malhadado.
Después llegó la noche
y acabaron
los llantos.
Quedo solo el recuerdo
de la cuna
y el barco.
Solo eran maderos,
dos maderos
cruzados.
Tio Alberto que preciosidad de poema y que bien juegas con las palabras y dejas lugar al lector para que el mismo juegue a interpretar entre líneas
ResponderBorrarQuerido no dejas nunca de sorprenderme gratamente . Te quiero Tío Alberto
Gracias Gerard. Es muy bueno tener tu comentario y que siempres estés a mi lado. Yo también te quiero mucho. Fantastico el programa de radio. Genial.
ResponderBorrarQu´çe cosa más bonita, Alberto..!! Me encanta este poema, es una maravilla pensar en esos maderos, en unos seres sin voluntad pero con sentimentos..Huy..
ResponderBorrarGracias Alfmega. Quise ver lo tradicional desde otro ángulo.¿Cuantos símbolos habrían preferido no serlo? como lo decis vos... huy...
BorrarHermoso poema .... bellas palabras....gracias por compartirlo!
ResponderBorrar