EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

jueves, 24 de julio de 2014

EL CAMINO OLVIDADO (Caminando por calle Sarmiento)

El día sábado decidimos ir a ver la exposición de Ciruelo en el Centro Cultural Konex.
Pero de paso pensamos en hacer algo de ejercicio y estacionamos en un lugar bastante distante de la meta final.
La dirección era en la calle Sarmiento por lo que decidimos caminar por ella hasta llegar a destino.
Esta calle corre paralela a la Avenida Corrientes por la que hemos transitado un sinfín de veces.
Y allí comenzó nuestra sorpresa. Apenas cien metros separan una arteria de la otra y hay un mundo de diferencia entre la una y la otra.
 

Nos sumergimos en un ambiente absolutamente distinto a lo que pensábamos. Una calle de barrio, callada, empapada del pasado histórico, recorrida por gente que no camina apurada o se entremezcla en las vidrieras de los múltiples negocios de la gran avenida. Muy por el contrario jóvenes sentados en los umbrales de las puertas. Grupos que se desparramaban muy de vez en cuando. Cartoneros recorriendo los contenedores. Edificios con ropa tendida en sus balcones. Lugares que supieron de un esplendor pasado y hoy descansan fatigadas de un mundo que ha crecido y se los ha devorado.
Lo primero que nos sorprendió fue encontrar una casa declarada histórica.
 


En su frente podía leerse Aquí vivió Sarmiento. Así, simplemente. Un poco más allá una información más detallada contaba que Domingo Faustino Sarmiento, quien fuera presidente de la Nación desde 1868 hasta 1874, había vivido, con su familia a partir de 1875, o sea luego de dejar su cargo público.
En algún momento voy a hacer un post sobre este personaje tremendamente controvertido y sobre quien aún se discute en relación a su pensamiento y actitudes. Pero sin lugar a dudas que fue uno de aquellos que realmente marcaron la historia argentina y dejaron una huella que nadie conseguirá borrar. De cualquier manera recién uno llega a comprender, avergonzado, el porqué del nombre de la calle.
Una casa propia de la época, con rejas alargadas y con un trabajo de herrería magnífico que lamentablemente, como lo ha mostrado Mirta muchas veces, el vandalismo ha dicho presente destruyendo parte de una obra de arte y de un lugar histórico.
Unas cuadras más allá llegamos a la entrada posterior del Teatro Cultural General San Martín. Al más puro estilo de la pirámide vidriada del Louvre, pero bastante más modesta, han creado una especie de túnel por el que se puede acceder, así como también se lo puede hacer por la escalinata lateral o las puertas corredizas de la parte posterior.
 
Honestamente no me gustan las cosas que le han agregado pero debo convenir que está mucho mejor de lo que estaba. Prolijo, muestra una serie de esculturas modernosas, un cantidad de monigoteadas luminosas pegadas al techo de la entrada a las que llamaron, rumbosamente, emoticones, pero que quedan de alguna manera simpáticas,




y una escultura que no llego a comprender (tal vez sea muy ignorante) que se titula: El lamento del muro
En uno de los paneles del frente se anuncia la actuación de Dalma Maradona, en la obra La hija de D10S.
Unos pasos más allá está la salida posterior del Paseo La Plaza. Es un bello conglomerado de Teatros y Restaurantes, estéticamente dispuestos que es un placer recorrer, pero nos llama la atención otras cosas que no conocíamos, asi que no nos detenemos y apuramos el paso..
Comenzamos a encontrar viejos edificios. No me atrevo a estimar el tiempo que tienen, si puedo decir que están muy mal mantenidos, pero en ellos habitan personas, familias. Lo demuestran las ropas tendidas en los balcones y las flores que a veces se asoman sigilosas entre sus rejas.


Hay otros que están herméticamente sellados para evitar que sean ocupados. Alguien pintó un remedo del David pero tomando mate. La verdad muy bien trabajado.
Hasta que uno se enfrenta con la Casa del Operario Italiano. Un palacio magnífico, en vías de recuperación, según reza un cartel colocado en el frente. Estatuas dignas del mejor escultor, frisos maravillosos, que espero sean restaurados para el disfrute del porteño que ama a su ciudad.


 


Un poco más allá un restaurante, el Club del Progreso, de 1852, que fuera de elite allá lejos y hace tiempo y que hoy ofrece After Office y Happy Hour 2 x 1, Scottish Night: whisky, canela y cerveza negra.

Seguimos caminando y divisamos la entrada al Centro Konex. Hemos llegado a destino. Allí nos espera la magnífica y sorprendente obra del artista Ciruelo.

Pero eso es otro post.

2 comentarios:

  1. Es u comentario muy rico .Alberto nos hace participar a todo lo que ve.Por la escultura no entiendo la significación
    pero nos toma elpelo este escultor.

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  2. me enacnta. El colorido de las fotos es muy sugerente y contagioso. están llenas de vida, casi puedo imaginar a la gente viviendo tras las ventanas y los cristales. Y paseando por las calles y vuestro destino, el mejor, un gran maestro. Muchos besos

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