EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

lunes, 7 de julio de 2014

LLUEVE EN EL CAMPO


Llueve y la vieja alameda
se estremece movida por el viento.
Una cortina de agua el horizonte
Y se desploma, sobre el campo, el cielo

Se ilumina el aire de repente
Y una línea fulmínea lo atraviesa
el silencio se ahueca y de pronto
el pavoroso rugido que estremece, llega

Miles de luces que desaparecen,
En una loca danza entre las sombras.
Sonidos de gigantes que se mueven
Ciegamente, se desplazan, chocan.


Así como empezó todo se acaba
Un perfume a campo se adivina
Y brilla cada charco en los caminos
Regalo de la tierra agradecida

Vuelan las aves y retorna el trino
Un perro chumba, se alerta el gallinero
Una bandada de patos gira y gira
Y allá entre los pastos se alborota el tero.


Vuelve la calma, el campo se adormece,
reverdece el cardo después del aguacero,
la quietud se adueña del paisaje,
y se hace eco en el balido de un ternero


Nota: Las fotografías pertenecen a Internet.

2 comentarios:

  1. !Qué olor tan maravilloso el de la tierra mojada después de la lluvia! Nunca lo olvido. me encantó rememorar esas sensaciones leyendo tus versos. gracias Alberto. Saludos y abrazos

    ResponderBorrar
  2. Pavada de descripción campreste que te mandaste, como se nota ese amor que llevas dentro, esa añoranza irresistible por lo que acuno tu infancia y adolescencia. Aquello que tanto queres y extrañas. Muy bello recuerdo de tus días amados.

    ResponderBorrar