Si bien fue un actor polifacético adquirió su punto de mayor fama cuando protagonizó en el programa La Tuerca es esquicio del "Arbolito". Una crítica notable a la burocracia ese sistema que a pesar de todo todavía nos sigue azotando y es uno de los flagelos que los ciudadanos tenemos que soportar a diario. este es el programa inicial en donde si prestan atención la única intención es plantar un arbolito y de pronto aparece un inspector que lo presiona para que la autorización para plantarlo se lo consiga un gestor. el desastre comienza cuando decide que el trámite lo va a hacer personalmente. Imaginen que el cuadro duró muchísimo tiempo porque siempre tenía un trámite más para hacer, absurdo, ilógico pero no muy diferente a lo que nos ha, y nos sigue, pasando a todos cuando no recurrimos a ciertas personas que tienen sus conecciones y que hacen su negocio. El esquicio de "El arbolito" fue un estandarte, una representación de todos los argentinos y hoy, después de tanto tiempo, sigue siendo la frase cada vez que pretendemos iniciar un trámite. Justo es decir que muchos de los trámites se han aligerado y se pueden hacer en forma personal, pero, desgraciadamente, puedo dar fe y mostrarles cantidad de ejemplos que demuestran que el mal aun sigue enquistado y todavía nos falta mucho camino por recorrer.
Hoy se nos fue un grande. sin embargo lo vamos a tener presente cada vez que intentemos "plantar un arbolito"
Nuestro agradecimiento a alguien que trató de hacer más llevadera nuestra vida. en un país que necesita reír, que está sumido en la depresión, que está atravesando momentos terribles, la muerte de Joe Rígoli se nos hace mucho más triste. Pero, solamente por todo lo que nos dio, le debemos poner el hombro y seguir peleando por recuperar aquello que es la medicina más poderosa para todos los males. Tenemos, debemos, recuperar la risa.
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