EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

sábado, 2 de julio de 2016

A MI NO ME AGRADA LA POESIA - SALVADOR el BOHEMIO

A mí no me agrada la poesía
No me agradan las palabras dulces, los sueños de color, las rosas frescas, el anhelo de los amantes, sus pasiones, las fantasías de las hadas, los caminos del espíritu, la transpiración del amor, todo aquello que derrame miel, que anestesia, que marea, que duerma el cerebro.
No me agrada utilizar el alma para escribirle al cuerpo, no me lega el aliento adornar las frases para engatusar los ojos, la mirada engarzada de una bella mujer.
No quiero engrandecer el día o la noche con letras que coloreen tus ilusiones, llenar los recovecos de tu seca realidad con mis flores de palabras necias, de sabores refrescantes en venenos falaces, una muerte lenta llena palabras, de escritos, irrealidad pura, conciencias redundantes, amores cansinos, retoños silvestres, cantos de sirena, magia de los días, consuelo de las noches, combinaciones imposibles.
No me favorece la vida el figurar sabiduría, el tener la reflexión puntual, la sonrisa en los labios, la opinión “correcta”, todo puede ser más falso que la moral del estadista. 
No sirve la poesía para empastar de encanto las horas, la realidad nos regresa, nos desmiente, desmiente a esos que se llaman poetas, son falaces, embusteros del pensamiento, lo hacen por gusto, por vanidad, amantes de las falsas glorias, gentes despreciables traficantes de palabras, seductores de las imágenes, cuentistas de necedades.

Yo no amo la poesía, no le busco, no la procuro, no la leo, no la incito, no le creo, no busco rosas para repartir a mi paso, no adorno el cielo, no sueño nubes, no navego en las estrellas, no corono a la luna, no busco los labios ajenos tendiéndoles trampas con mi letra muerta, no busco la rima, la prosa, no busco nada sublime que te haga entregarme el corazón.
No amaré más tu cuerpo con poesía, no lo describire con semejanza en las maravillas de este mundo, no lo cubrire de pétalos, tu fragancia no será de rosas, no buscaré tus ojos entre las estrellas, no te buscaré los labios entre los mejores dulces, no serán tus cabellos de oro, ni la miel fluira de tus senos, no habrá obra poética que me regale tu sonrisa, ni ensoñación que valga para que mi sentir te abrace a la distancia.
Está muerta la poesía, ya no vale nada, no me es mi gusto, no luchare contra el astio de la gente, no habrá más pasiones que desencadenan está lengua, más amores que me turben la razón, no habrán más noches que mi mano derrame tinta y la mente se despedaze por la ruina, la desgracia de una poética locura.
A mí no me gusta la poesía.
Salvador el Bohemio 
30/06/16 México

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