Los que me conocen saben que mi idea de las cosas es que
nada es absolutamente malo ni nada es absolutamente bueno. Siempre hay un
punto, un detalle para rescatar o para criticar. Pero en general me interesa el
hecho de rescatar, aun de aquello que parece imposible, un costado positivo y
descubrir que lo malo nunca es absolutamente malo. A veces cuesta trabajo, pero
es un ejercicio que, si se lo proponen, les hará la vida más feliz.
Me apasionan los medios pero no me “absorben el seso”. Por
momentos me dedico a leer (leo pocos libros, me gustan más los artículos
sueltos y en particular los que estimulan mis ansias de investigar), en otras
oportunidades miro televisión y, normalmente, me (nos, porque mi esposa
comparte conmigo estos intereses) apasiona salir a recorrer mi ciudad,
descubriendo sus secretos, sus historias, sus leyendas.
Al contrario de mi esposa sigo casi todos los deportes y
suelo mirar programas de la televisión pública, en general aquellos en los que
hay competencias de habilidad y, fundamentalmente, las de preguntas y
respuestas, tratando de adelantarme y responderlas antes que el competidor.
Hay un programa en extremo interesante, en donde una persona,
o un grupo de personas, compiten con dos individuos, uno de los cuales es
extremadamente inteligente, notablemente memorioso y con una amplia cultura, a
pesar que no ostenta ningún título honorífico. Habitualmente es quien termina
ganando, descartando uno por uno a todos los participantes.
Y aquí viene lo interesante, en uno de los programas se
preguntó qué tipo de animal era un vencejo (Y se dieron una serie de opciones
que podían confundir, aunque no demasiado). En ese momento intervino este
jurado y pidió que retiraran la pregunta ya que el vencejo era un animal
extremadamente exótico y que no correspondía a nuestras regiones sino a lugares
como Asia y algunos sitios de Europa. Y allí me quedé sorprendido. ¿Cómo un
individuo tan instruido desconocía que el vencejo es el ave típico de nuestras
Cataratas del Iguazú? Me llegó a hacer dudar de mi memoria y me fui,
inmediatamente a investigar, encontrándome con algo que me apasionó y creo que
vale un post.
El vencejo común (Apus apus) es un ave apodiforme de la familia de los apódidos, especialmente adaptada para el vuelo, con alas falciformes, cola corta de horquilla poco profunda, boca muy ancha y
grande rematada con un pico pequeño, plumaje negruzco con una pequeña porción
blanca o gris bajo el pico, patas muy cortas sin pulgar oponible y garras
diminutas pero de presa extraordinariamente fuerte que le permiten
"colgarse" en riscos elevados, paredes verticales y sitios elevados
desde los que re emprende el vuelo, ya que si cae al suelo experimenta gran
dificultad en remontar el vuelo por su especial morfología alar y cortas patas.
Si se encuentra un individuo caído, puede ayudársele a remontar el vuelo
tomándolo y soltándolo desde un sitio elevado. La etimología de Apus apus viene del antiguo griego donde "apus" (άπους) significa "sin
pies".
Desde los mismos orígenes de la zoología se sospechaba lo que a finales de la década de los 1960 se
constató: que los vencejos pasan la mayor parte de su vida en el aire: COMEN,
DUERMEN Y COPULAN VOLANDO.Únicamente se posan para poner los huevos, incubarlos
y criar a sus polluelos. Permanecen en vuelo ininterrumpido durante nueve meses
del año.
Las crias abandonan
el nido una mañana
volando subitamente sin
necesidad de apren-
dizaje previo, y no
retornan a el jamás.
De noche, estas aves se elevan a 2000 m de altura y allí DUERMEN VOLANDO. Durante el sueño el aleteo se reduce de 10 movimientos por segundo a tan solo 7. Debido a sus extraños hábitos aéreos aun se desconocen muchísimas cosas de la vida de estas aves. Los vencejos emiten un grito muy agudo que en algunos paises les ha valido el apelativo de "pájaro diablo".
Las crias abandonan
el nido una mañana
volando subitamente sin
necesidad de apren-
dizaje previo, y no
retornan a el jamás.
De noche, estas aves se elevan a 2000 m de altura y allí DUERMEN VOLANDO. Durante el sueño el aleteo se reduce de 10 movimientos por segundo a tan solo 7. Debido a sus extraños hábitos aéreos aun se desconocen muchísimas cosas de la vida de estas aves. Los vencejos emiten un grito muy agudo que en algunos paises les ha valido el apelativo de "pájaro diablo".
Son originarios de Asia y África y de hábitos migratorios.
Y esto es lo sorprendente. Son
las aves que habitan las Cataratas del Iguazú. Solo detenerse un instante para
verlos desplazarse de una pared a otra, entre el torrente de agua, cruzando de
orilla a orilla o sumergiéndose en la fabulosa cortina de agua de la Garganta
del Diablo.
Tanto es así que el vencejo forma
parte del logo del Parque Nacional Iguazú.
Hacen sus nidos en las paredes
rocosas del cañón donde se desploma el rio Iguazú y se divierten cuando algún
turista trata de captarlo con su cámara ya que se desplazan a una velocidad envidiable.
Un ave con sus alas extendidas volando entre la caída de las aguas.
Un ave con sus alas extendidas volando entre la caída de las aguas.
Un ave que se volvió símbolo tal vez porque su vida transcurre volando, igual que nosotros, volando entre sueños y esperanzas, a veces cansados, con dificultad para mantenernos en el aire, pero sin aflojarle, subiendo y bajando, empujados por el torrente, levantados por el manto vapóreo que como un velo se extiende sobre nuestro destino.
Nota: Las fotos son originales. Las tomamos en diferentes viajes al Parque Nacional Iguazú.
La imagen del logo fue tomada de Internet y la del concurso de uno de los videos del programa.
Un ave que es digno de vivir en una de las nellezas naturales de la humanidas. Otra de las curiosidades y bellezas del Parque.
ResponderBorrarPues si, increíble animal este...Esto me recuerda que hará unas tres semanitas me encontré uno caído de camino de regreso a casa. Como es lógico intenté hacerlo volar pero caía como una piedra, ya era casi adulto y no sabía qué hacer, así que me lo llevé a casa..Recordé cómo me gustan esas imágenes en las que se pueden ver formando nubes danzantes en los cielos, (podría mirar eso horas y no me pesaría) Pues fue toda una odisea lo del vencejo, todos me decían que lo tirase porque se moriría, no comen más que insectos, pero al fin de varios días de mimos y aperturas de pico forzadas con bicho en las manos el pajarito comió..Al cabo de cuatro días conseguí que un señor de la Junta de Andalucía viniera desde bastante lejos para hacerse cargo del animalito (están protegidos por la ley) Tu historia y la información sobre los vencejos me ha traído a la memoria el mío..Qué hará ahora mismo?? Ya habrá emigrado volando a mil por hora junto con sus compañeros??
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