Quise soltar amarras y elegir mis cielos
Creyendo que era buena compañía
Y terminé golpeado y por el suelo
Absurda y tonta esta esperanza mía
Algún día escribí en un cuaderno
Una idea solitaria y fría
Y resulto que los versos eran ciertos
Como una clara y antigua profecía
Luché por cambiar ese destino
Puse de mi las fuerzas que tenía
¡loca idea! Ya tienes tu camino
Y aunque quieras burlarlo te domina
Te lleva por senderos ya marcados
Desespera la voz que clama, grita…
Se arrastra en dolor desesperado
Todo es en vano, tu suerte ya está escrita
Tal vez yo mismo la he forjado
Tal vez no supe encaminar mi vida
O quizás mi verbo a fuer de ser callado
Se calló para siempre restañando la herida
Solo sé que si quiero levantar mi vuelo
Hay un viento querido que frena mi partida
Y entonces suenan, viniendo de muy lejos,
Aquellos versos que escribiera un día
“Y así me perderé en el infinito
Seré como una flor en un inmenso ramo,
como una pena en la vida misma,
como una pena en la vida misma,
como un llanto de un niño de este siglo
Uno de tantos.”
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