PARTE I: El Atlas de Recoleta.
Día de calor en Buenos Aires. El termómetro marca 36° y la
televisión informa que la sensación térmica es de 40°. Ese día habíamos
decidido ir a ver el Atlas de Recoleta. Martu Novo, nuestra amiga de Facebook
nos había contado de su existencia y queríamos verlo.
Cuando dejamos el auto, y su aire acondicionado, recibimos
una bofetada caliente que hizo que los planes previos cambiaran
sustancialmente, aunque, bien pensado, fue mucho mejor.
Frente al Cementerio de la Recoleta, en el otro extremo de
la plaza, allí donde la calle Callao choca con el verde de los canteros. Desde
donde la figura del “Aguilucho” Oscar Alfredo Gálvez nos mira sin importarle la
temperatura reinante, está, posiblemente, uno de los gomeros más antiguos de la
ciudad. Ha visto la historia de la pequeña colonia, su epidemia de fiebre
amarilla, la retirada de la gente hacia el norte, la creación de un cementerio
que hoy es un fenómeno turístico, y mientras tanto creció, creció y creció. Hoy
anciano ya casi no puede sostener sus largas y pesadas ramas y entonces se le
han colocados sostenes, rústicos bastones, que lo ayudan a seguir transitando y
contemplando la historia que vamos escribiendo diariamente. Pero astutamente a
alguien se le ocurrió que uno de sus pilares fuera Atlas, ese coloso que
sostenía al mundo. Por qué no ayudar, entonces, a este viejo gomero. Y allí
está. De metal, reciclado, imponente, concentrado en su trabajo de mantener en
pié a un documento vivo que sigue dando frutos y sigue creciendo.
Hasta allí llegamos, sacamos las fotos correspondientes,
pero la caminata que pensábamos hacer por avenida Las Heras quedó para otro
día. Decidimos cambiar nuestro destino y dirigirnos al Cantro Cultural Recoleta
(CCR) y esto nos resultó tan alucinante y representativo de la sociedad actual
que merece un párrafo aparte. De allí que esta sea la parte uno de un mismo
día.
¡Vaya! ¡Imponente árbol! Y el Atlas le quedó muy bien, bella escultura.
ResponderBorrarSe cree que es el primer gomero que plantaron los padres recoletos, que dieron nombre a la zona y a partir del que se originaron el resto de los gomeros que están distribuidos en todo ese barrio. Gracia Salvador por tu comentario.
Borrarque genial !!!! sorprendente
ResponderBorrarHola Ali. es cierto es interesantísimo. La parte II es la visita al CCR. Creo que vale la pena, aunque es medio largo, pero son muchas imágenes. Gracias por comentar en el blog. Hacemos turismo juntos.
BorrarBonito paseo y sobre todo, muy ocurrente poner un Atlas sujetando el árbol- Saludos y a seguir paseando
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