EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

martes, 28 de junio de 2016

Merceditas (Una historia)


En 1939, el músico Ramón Sixto Ríos (06-08-1913 - 25/12/1995), nacido en la vieja ciudad de Federación, era un joven de 27 años que llegó al pueblo de Humboldt para actuar con un grupo de teatro en el Club Sarmiento.
Allí conoció a Mercedes Strickler Khalov (21-12-1916 - 08-07-2001), a quien todos llamaban Merceditas, una bella y campesina rubia y de ojos azules, tres años menor que él, residente en un tambo lechero ubicado en la zona rural aledaña al pueblo de Humboldt, provincia de Santa Fe. Merceditas, hija de inmigrantes alemanes, había perdido a su padre cuando era una niña pequeña y desde entonces había tenido que hacerse cargo del tambo con su madre y su hermana.
Merceditas llamaba la atención, no sólo por su belleza, sino también por su espíritu independiente, inusual en las mujeres de la época. Solía presentarse en el pueblo sola, sobre una moto, con pantalones de tela de leopardo, botas y campera de cuero; montaba a caballo como un hombre y se iba sola de vacaciones a Córdoba. Era habitual que fuera el centro de los chismes y habladurías de los pobladores.
Ramón y Merceditas iniciaron una relación formal, que se mantuvo dos años, alimentado por las cartas que intercambiaban, ya que él vivía en Buenos Aires, a más de 500 kilómetros de distancia. Mientras duró la relación, Ramón iba esporádicamente a Humboldt a visitarla.
En 1941 Ríos decidió proponerle matrimonio, y para ello viajó a Humboldt con los anillos. Pero, inesperadamente, Merceditas rechazó su proposición:
"Me gustaba pero de un momento a otro lo dejé de querer. Fue el día que vino con los anillos para comprometernos. No lo acepté. Ahí me desenamoré Yo no quería comprometerme. Se fue de vuelta con los anillos."
Se despidieron por última vez en la terminal de buses de Esperanza. Pese a la ruptura, Ramón y Merceditas siguieron escribiéndose varios años, hasta que ella dejó de contestarle en 1945. Él sin embargo persistió, varios años más, transmitiendo en las cartas el dolor que le producía ese amor no correspondido:
"Con los meses y los años no le contesté más sus cartas, no quería que perdiera el tiempo conmigo. Y entonces empezó a mandarme más cartas, todas con versos muy tristes, que me hacían llorar. Todavía las conservo. Versos muy tristes le salían, porque yo lo había dejado."
Hasta que él también dejó de escribirle. La última carta dice:
"Llegaste hasta mí como una rosa muy blanca para dejarse deshojar entre tus manos y morirse así, muy dulcemente, casi con placer. No puede ser de otro modo, pues solamente las montañas no se encuentran, pero las personas sí y si puede ser que alguna vez nos encontremos, ya sea en esta vida o en la otra, siempre será grato tener un recuerdo amable de todo."
De ese dolor surgió "Merceditas", la canción. Ramón Ríos la compuso en esa década de 1940, la grabó y la misma se convirtió en un éxito radial. La propia Mercedes Strickler recuerda el momento en que la escuchó por radio:
"Enseguida me di cuenta: la letra tenía frases enteras que Ramón me había dicho personalmente."

Ramón Ríos seguiría su vida y se casaría con otra mujer, de la que enviudaría apenas dos años después. En la década de 1980 una revista de Buenos Aires publicó una nota que incluía un reportaje a Merceditas. Al leerla Ríos le escribió una carta invitándola a ir a Buenos Aires, reencuentro que concretaron poco después. Él volvió entonces a proponerle matrimonio, pero ella lo rechazó una vez más. Se mantuvieron en estrecho contacto hasta la muerte de Ríos, el 25 de diciembre de 1995, cuando tenía 82 años. Su último acto fue legarle los derechos de la canción. Ella vivió hasta los 84 años y murió soltera el 8 de Julio de 2001. Hasta el último momento vivió con el sentimiento de que Dios la había castigado por su conducta. 

3 comentarios:

  1. Me ha echo llorar pobre hombre estas historias me entristecen mucho
    Pero puedo comprender y respetarlo

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  2. Alberto ¡Pero qué historia!. Bella y a la vez triste... jolines con la Merceditas, era "dura de pelar" me encanta... pero también me da mucha pena que encontrara el amor y no lo supiera disfrutar, cuando en la vida muchos no lo encontramos.
    Bueno y qué decir del vídeo ¡Cómo me ha gustado verte y oírte! una sorpresota.
    Mil besos

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    1. Muchísimas gracias querídísima Su. Esta es una canción que vengo haciéndola desde muy chico pero yo tampoco conocía la historia. Gracias por tu comentario. ¡Llegó! ja, ja

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