EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

lunes, 21 de abril de 2014

EL CAÑON DE TALAMPAYA

El motivo principal de nuestro viaje era conocer el Cañón de Talampaya.
Hacía mucho tiempo que visitando el valle de la Luna, mirando hacia el norte pudimos ver el Cordón de las Sierras Negras y un poco más allá las paredes rojas de Talampaya. Nos prometimos volver y bastante tiempo después nos dimos el gusto de recorrerlo y tratar de entenderlo.
Talampaya o Rio Seco del Tala, en lenguaje indígena, es una tremenda fisura en la roca sedimentaria, cargada de óxido de hierro, lo que le da el tono rojizo característico.
Y digo tremenda fisura porque, aparentemente, cuando la tierra era una sola (Pangea) y viajar a Madrid o Paris era mucho más simple, la cuenca de Ischigualasto, que comprende el Valle de la Luna, antes mencionado, la Sierra de las Quijadas, que les describí en un post anterior, y Talampaya, eran un vergel, con lagos y ríos, vegetación abundante y animales primitivos que vivían mansamente, ayudados por los vientos húmedos que venían del oeste.
Cuando se produce la rotura de un único continente para dar lugar a la formación de dos masas que se van separando progresivamente y se produce el choque de las placas tectónicas, introduciéndose una bajo la otra, aparece majestuosa (para nosotros) la Cordillera de los Andes. Este gigantesco cordón montañoso, que recorre la América de norte a sur, produjo que el clima cambiara, ya no podían llegar los vientos húmedos y toda la zona se transformó en un área desértica. La tierra se abrió y por allí escapó el agua atesorada de este lado de la cordillera. Murieron cantidad de animales, muchas especies desaparecieron, y se produjeron grandes fisuras, como heridas mitológicas, que sacaron a la luz las capas sedimentarias que se habían depositado unas sobre otras durante millones de años.
Así quedaron grandes avenidas por donde ahora el agua corre en los tiempos de lluvia, que suelen ser torrenciales y cortas. El suelo sediento la absorbe en unas horas, pero el agua, violenta, ya ha hecho sus modificaciones, que junto con el viento, seco, áspero, van tallando, sobre las rocas más débiles, figuras fantasmagóricas que son la diversión de los turistas, sin pensar que a través de sus millones de años han sido mudos testigos de la historia, no solo de la humanidad, sino de la evolución del mundo entero.
Es pues, el Cañón de Talampaya, nada más y nada menos, que el cauce de un río que solo aparece por un pequeño instante en épocas de lluvia, pero también un libro abierto que muestra las variaciones de nuestro planeta y es por ello que ha sido designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que guarda secretos de nuestro pasado que iremos develando a medida que podamos estudiarlo y conocerlo.
El rio se seca pero su estructura arcillosa permite formar una capa impermeable que mantiene una capa de humedad a flor de piel, lo que favorece el desarrollo de sólidos algarrobos, cuya vaina sirvió de alimento para las múltiples variantes de pueblos primitivos que utilizaron el Cañón, ya sea como vía de paso, ya como vivienda. De allí los petroglifos que les mostrara Mirta en otro post.
Hoy, una pequeña porción del Parque Nacional Talampaya, la más imponente para el caudal turístico, es lo que se puede visitar. Y está bien. Sólo se puede recorrer en excursión, es decir, siempre con un guía, que si bien limita la visita, por otra parte, protege la integridad de un lugar que es mucho más que un simple divertimento.
He descrito, como he podido, lo que es el Rio Seco del Tala, voy a dejar una serie de fotos ya que como dice el adagio: “Una imagen vale más que mil palabras”.

La imagen de la izquierda es la llamada chimenea. su forma circular hace que el viento se arremoline y tiene la particularidad de producir un eco que se repite tres veces.


En el corazón de Talampaya la gente de la excursión prepara un brindis con buen vino riojano.


Entre los geomorfismos se destaca la figura del rey mago, montado en su camello.



Pero los más famosos son La Torre, el Botellón y el Monje. 



Ojalá que esto sirva para despertar la curiosidad de muchos, aliviane el conocimiento de otros y estimule a todos a disfrutar de las bellezas que nuestro globo verde nos regala.


2 comentarios:

  1. No conocía este lugar maravilloso. Que privilegio y que espectacular poder contemplarlo como vosotros. y las fotos son geniales. Muchas gracias. Contra más descubro de vuestro viaje más me gusta vuestro recorrido, tanto en lo personal como en el sentido literal de la palabra viaje. Besos

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    1. Gracias Amparo Es bonito recibir tu comentario. Es cierto que es un lugar especial y soy muy feliz de poder compartirlo. Gracias por tu aprecio hacia nosotros. Un beso muy grande amiga.

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