EL PARAISO O EL INFIERNO

Cuando uno expone sus trabajos al publico puede tener una respuesta agradable o ser ignorado olímpicamente. Pasamos del paraíso al infierno en pocos instantes. Y uno debe hacer el ejercicio de construir lo que le gusta sin importarle lo que el otro piense. Si algo es bonito para mi deberá ser suficiente. Es un ejercicio difícil. Las caricias son agradables, pero lamentablemente hoy las manos están para otra cosa.

sábado, 19 de abril de 2014

LA PARADOJA DE LA RECOLETA


Como en todas las ciudades del mundo, en Buenos Aires también se dan las situaciones insólitas, que si bien nos sorprenden a algunos, a la gran mayoría les pasan desapercibidos.
El barrio de la Recoleta es uno de los sectores de mayor nivel (económico) de nuestra capital.

Nació de la existencia de un convento de la rama de los Recoletos y se desarrolló cuando se produjo una epidemia de fiebre amarilla y la gente pudiente se alejó de las áreas céntricas para irse a vivir, de alguna manera en forma aislada, en la zona norte, o sea alrededor de la iglesia. En esa zona se estableció un sitio donde enterrar sus muertos y hoy es uno de los cementerios más importantes del mundo (Junto con los europeos que ya son muy conocidos y renombrados). Cada familia encumbrada competía, aun en la muerte, por demostrar su posición social y contrataban a los mejores escultores para que realizaran las bóvedas de sus familias.
 Recorrerlo es encontrarse con la historia política y artística de un tiempo en que cada familia trataba de mostrar sus blasones aun en las cosas más absurdas pero que, gracias a ello, hoy tenemos fantásticas obras de arte y, si queremos, mucho hilo para cortar en lo que respeta a los entretelones del poder.
Lo insólito es que, en la actualidad, a su alrededor se han desarrollados centros comerciales de renombre a los que la gente acude (La mayoría por esnobismo) y en días festivos, como los actuales, frente a los muros austeros de las almas que deberían descansar en paz, el mundo muestra el otro extremo y el bullicio y la alegría impregnan el ambiente, en un contraste, que si se quiere, resulta hasta grotesco.
     

Rodeando el cementerio se encuentran los mejores y más renombrados restaurantes y uno de los shoppings de más “nivel”, el Village Recoleta, con sus doce cines y sus tiendas con las mejores marcas.   
Cuando muere el día, la noche se va aposentando sobre los monumentos, y el bullicio va muriendo dando lugar a la paz y el reposo, las sombras resaltan las figuras magníficas, pero tristes, de alguien que pasó, dejo sus anhelos, sus esfuerzos, para ser luego nada más que el exponente de una absurda demostración de fastuosidad que, para el habitante de ese mundo, carece totalmente de importancia.
Un colega oftalmólogo, el Dr. Lopez Matto, se ha dedicado a estudiar este cementerio y publicó un libro con un título llamativo: “Ciudad de ángeles”.
Cuando volvíamos, ya anocheciendo, de nuestra habitual caminata, con Mirta, tomamos por una calle por la que no solemos pasar y de pronto la imagen se presentó fantasmagórica y celestial. En toda su magnitud. Allí comprendí el porqué del título del libro.



La intención de este post es compartir las dos sensaciones que viví ese día. Por un lado la celebración de la vida junto a la solemnidad de la muerte. Por el otro el mundo callado de las imágenes que se vuelven etéreas y se transforman en guardianes del alma en el ocaso de la Recoleta, allí donde los grandes creyeron que podían ser inmortales, sin pensar que todos los seres humanos son iguales y existe un sentimiento común que es, nada más ni nada menos, que el olvido.


10 comentarios:

  1. Como siempre nos das una lección sobre la vida . Es de los mas bonitos que te he leido. Los italianos tienen un dicho: La morte deve trovarti vivo. La muerte debe encontrarte vivo. Y que manera mas hermosa de festejar la vida que vivirla. Aun al lado de esa solemnidad y pomposidad de la muerte eterna

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    1. Me gustó el dicho sobrino, lo voy a adoptar. Es realmente una lección, por lo menos lo fue para mi. Allí donde menos lo esperas salta la liebre.

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  2. Vida-muerte, muerte-vida, silencio-bullicio, respeto-indiferencia...cuantos sentimientos encontrados, a veces no muy bien llevados.
    Me gusto la entrada, para reflexionar sobre la vanidad y la fragilidad de nuestra existencia...

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    1. Gracias Mirti. Juntos recorremos estos caminos que a veces nos sorprenden. ¿Cuantas veces hemos pasado por allí? Sin embargo en esta ocasión se me presentó todo como un grotesco en un fastuoso teatro.. No dejes que pase un día sin haber aprendido algo

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  3. Excelente descripción del lugar, sin duda.
    En España hay un dicho recurrente, y a veces improcedente, con su dosis de verdad y también de socarronería:
    "El muerto al hoyo y el vivo al bollo"

    Un saludo!

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    1. Gracias por tu comentario y nunca mas actual el viejo dicho.. Lo vivo diariamente pero nunca de una forma tan contrastante como en esta ocasión. Un abrazo.

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  4. Es muy intenso ese contraste, al menos a mi me lo parece..Porque en esos momentos en los que se pone de manifiesto lo frágil e intrascendente de una vida se comprende lo verdaderamente grande y hermoso del latir imperceptible que nos sustenta. Saludos Alberto

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    1. voy a coincidir contigo. es un sitio que tiene mucho para conversar, algún dia voy a hacer un post de esto. Muchísimas gracias por tu comentario.

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  5. Contrastes de la vida moderna, aunque al final todos tenemos un lugar común, al otro lado del muro. Una historia muy interesante.

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    1. Siguiendo la línea de los comentarios anteriores y coincidiendo contigo te dejo otro viejo refrán: al final del juego el peón y la reina van a parar a la misma caja. Gracias por tu comentario.

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