Este es un fragmento del cuento. En el pueden deducir cual es mi pensamiento. Cuál es la idea que le transmití a mi hijo y he tratado de traspasar a todos aquellos que están en contacto con las cosas que escribo. Espero que a alguno también le sirva. Hoy más que nunca.
Dice asi:
Un día alguien exclamó:
- El ogro ha muerto, el ogro ha muerto !... -
Todos se detuvieron de golpe.
El herrero sostuvo el martillo justo un
segundo antes de golpear sobre el yunque; el maestro , en la escuela, se quedó
con la tiza en el aire sin terminar de escribir la palabra que estaba enseñando
a los chicos; hasta el cura retuvo con fuerza la cuerda de las campanas para
que no las moviera ni la mas leve brisa.
Se hizo un silencio total.
Y ahí se dieron cuenta de que el gigante ya
no gritaba.
Como una procesión todos los habitantes del
pueblo fueron hacia el sitio donde el gigante yacía, con su brazo aún
estirado... sin haber podido zafar de su prisión.
- Está muerto? - Preguntó el Intendente.
- Está muerto!... - Exclamaron todos.
- Pobre... se murió de hambre. - Dijo uno.
- Y de sed - Dijo otro.
- Y de frío... - Agregaron los demás.
Una sensación de culpa y remordimiento cayó
sobre todos. Es cierto que era malo... muy malo... pero su muerte había sido
cruel... demasiado...
Todos bajaron sus cabezas.
Nadie levantaba la mirada del suelo.
Quizás por eso fue que no pudieron explicar
de donde apareció el Hombrecito del Sombrero Azul, al que, sin notarlo, hacía
tiempo que nadie veía.
- Ejem, ejem - carraspeó - Buenos días. -
Nadie contestó.
- BUENOS DÍAS... HE DICHO BUENOS DÍAS !!!...
-
- Hoy no es un buen día - respondió el
Intendente.
- Por qué?... No ha muerto el ogro?... El
gran enemigo del pueblo... -
- Si, es cierto... ha muerto el ogro... y por
eso no es un buen día... Nunca es un buen día cuando alguien muere...
ni siquiera un enemigo... -
- Pero no era eso lo que querían? -
- Si... pero no... Uno no lo piensa hasta que
ocurre... -
Nunca es bueno la muerte de nadie, aunque es muy difícil hacer que esto sea entendido. La irracionalidad del hombre es lo que hace eternamente necio.
ResponderBorrarsi aprendiéramos a amar... pero a amar en serio... con acciones y no con palabras bonitas... El hombre vive en la hipocrecía, reza el padre nuestro pero no entiende el amar al prójimo como a ti mismo... cuanto cuesta...
BorrarQuerido Alberto, recibo el mensaje de que los juicios han hacho que el ogro fuera etiquetado como "malo" y que con su partida, todos sientes que les pesa el juicio, y que desear el mal ajeno, no es tan ideal como cuando lo imaginaban. Recibo este mensaje y me entristece por doloroso y por real y porqué en mi corazón siento que debes amar hasta a tu enemigo, por muy idealista que suene y desde luego, alejado en mi caso de la religión, sólo cercano a mis propias vivencias. Yo, como mínimo, en mi modesta y humilde vida, intento alejarme del malvado, pero nunca desear su mal, lo de amarlo... Jaja. Ya a tanto no llego pero como mínimo perdono. Me enrollé un poquito pero me tocaste la vena. ;) Muchos besitos
ResponderBorrarQueridísima Amparo, en primer lugar gracias por haberte tomado el trabajo de leerme.Esto es apenas un fragmento de un largo cuento (Demasiado para Internet) en el que cuento como se formó el cerro de la Ventana, en el sur de la Pcia, de Bs As. Algo mágico ya que en una provincia absolutamente plana de pronto se levanta un cordón serrano, que alberga a cantidad de ciervos y jabalíes, y cuyo lugar más elevado es un cerro que en la parte superior tiene tras rocas dispuestas de tal manera que forman un enorme agujero que desde abajo parece una ventana. Un sitio increíble a unos 600 Km de nuestra ciudad. te agrego algo que para mi es fundamental: considero que el perdón forma parte de la definición de ser humano.Para considerarse como tal hay que saber perdonar, como dijo alguien si aplicamos el ojo por ojo terminamos quedando ciegos. Besos mi queridísima amiga y gracias nuevamente.
BorrarNinguna muerte es màs motivo de alegría ni siquiera cuando es tu enemigo. Así piensa la gente de bien. Ninguna víctima es más importante que otra y debemos solidarzarnos con los que sufren. Ninguna guerra es justificada. Gracias por las enseñanzas querido Alberto. Un beso.
ResponderBorrarEs una parte de un cuento largo que escribí para mi hijo hace mucho tiempo y que ahora cobra actualidad. Siempre he tratado de transmitir mi pensamiento, enseñar y aprender, porque siempre debemos estar listos para modificarnos. gracias por haberme leído y dejarme tu comentario. Te quiero mucho princesa y me hace feliz que estés presente. Gracias de nuevo.
BorrarNinguna muerte es màs motivo de alegría ni siquiera cuando es tu enemigo. Así piensa la gente de bien. Ninguna víctima es más importante que otra y debemos solidarzarnos con los que sufren. Ninguna guerra es justificada. Gracias por las enseñanzas querido Alberto. Un beso.
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